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Juanita Molina: el arte como destino, una pasión desde la infancia

Juanita Molina se ha consolidado como una de las promesas más brillantes de la televisión colombiana. Desde sus inicios en Ciudad Escuela hasta su protagónico en Romina Poderosa, disponible en Netflix, ha demostrado su versatilidad y compromiso con la actuación. Su papel en La reina del flow 2 la llevó al reconocimiento internacional, no solo por su actuación, sino también por su faceta musical.

Con una carrera en ascenso y proyectos que han marcado su trayectoria, ¿Cómo ha sido su evolución en la industria? ¿Qué retos ha enfrentado al interpretar personajes tan distintos? ¿Qué sigue para ella en el mundo del entretenimiento? Descubre más en esta edición, donde conocerás más sobre el talento y la pasión de Juanita Molina.

Sobre Juanita Molina

¿Quién es Juanita Molina?

Juanita es una persona en constante transformación. Hoy, me siento más mujer que niña, estoy en ese proceso de transición hacia la adultez, cuestionando y aprendiendo todos los días. Soy una mujer curiosa, terca, obstinada, pero muy disciplinada. Me gusta disfrutar de los pequeños placeres de la vida: viajar, comer, compartir con mis amigos, y sobre todo, pasar tiempo con mi familia, que es una de las cosas más importantes para mí. Creo que siempre estoy en una constante deconstrucción y reconstrucción, aprendiendo cosas nuevas y re-aprendiendo cosas que había olvidado. Además, le doy mucho valor a lo espiritual y lo místico, que tiene un lugar importante en mi vida.

¿Desde qué momento te interesaste por el mundo artístico, qué te inspiró?

Mi interés por el arte surgió desde pequeña. En segundo de primaria, cuando varias de mis amigas se unieron al grupo de teatro escolar, yo también decidí unirme. Fue entonces cuando conocí a Vicky Berrio, mi profesora, quien me enamoró de la actuación. Ella nos hacía improvisar mucho en clase, y fue ahí cuando descubrí lo que realmente me gustaba: crear historias y personajes. Desde entonces, siempre he estado conectada con el arte, haciendo obras de teatro con títeres para mi familia o montando escenas con mi hermano. Mis padres me regalaron un titiritero cuando era pequeña, y eso me marcó mucho. Ese fue el primer contacto directo que tuve con el arte.

Estudio profesional

¿Por qué tomaste la decisión de ir a Nueva York a estudiar actuación y no en Colombia?

De hecho, no me fui a Nueva York, sino a Los Ángeles. Cuando estaba en once, pedí a mis padres ir a un campamento de verano de actuación como regalo de graduación, para probar si realmente quería seguir la carrera. Fue una experiencia fascinante, sobre todo porque actuaba en otro idioma y me expuse a nuevas técnicas y enseñanzas. Sin embargo, también me asustó un poco la magnitud de la industria allí, que me parecía inmensa. Después de regresar, sentí que la actuación era algo tan lejano, que decidí estudiar comunicación y artes escénicas en Bogotá, como una opción más segura. Pero con el tiempo, me di cuenta de que podía seguir mi camino en la actuación y decidí dedicarme completamente a ello.

Su primero proyecto

¿Qué significó para ti interpretar a «Susana» en Primíparos?

Primíparos fue un proyecto muy especial. Era un proyecto autogestionado con amigos, y aunque no sabíamos nada de producción, la experiencia fue increíble. Aprendimos todo sobre el proceso de crear algo desde cero. Mi personaje, Susana, me genera una mezcla de sentimientos; hoy en día me da un poco de vergüenza verlo, ya que no tenía las herramientas que tengo ahora, pero al mismo tiempo siento una profunda admiración por esa versión de mí misma. Tenía solo 17 años, pero lo que logramos con esa serie web fue muy valioso para nosotros y, además, se convirtió en un ejemplo para otros estudiantes de comunicación en universidades. Fue un proyecto que nació de la nada pero terminó siendo muy importante para todos los que participamos.

¿Cómo es tu preparación al momento de un casting?

Mi enfoque hacia los castings ha cambiado con el tiempo. Hoy, los veo como una oportunidad para estar abierta y escuchar más que para imponer una idea fija. Llego con algunas intuiciones y propuestas, pero intento no aferrarme a ellas. Lo más importante en un casting, para mí, es estar dispuesta a ser flexible y adaptable, a escuchar las indicaciones y a ser moldeable durante el proceso. Prefiero entrar sin ideas preconcebidas, sin estar demasiado fija en un solo camino. A veces, lo más valioso es la disposición que uno tiene para experimentar y adaptarse, y esa es la mentalidad que me ha dado mejores resultados.

¿Qué sentiste al haber sido elenco principal de la novela Te la dedico?

Te la dedico fue un proyecto hermoso y muy importante en mi carrera. Brenda, mi personaje, fue una experiencia que me preparó de muchas maneras para los roles que vendrían después. Recuerdo que lo disfruté mucho, especialmente por la química tan bonita que hubo con todo el equipo. Fue un proceso lleno de risas y aprendizaje. También le debo mucho a este proyecto, porque me ayudó a crecer como actriz y me enseñó muchísimo sobre cómo disfrutar del proceso de trabajo, sin obsesionarme con los resultados finales.

¿Cómo fue para ti ser protagonista de Romina Poderosa?

Ser Romina fue un desafío enorme. Fue un reto actoral y personal, ya que la responsabilidad de llevar el peso de la historia me hizo sentir una gran presión, pero también una enorme satisfacción. Cuando me avisaron que había sido elegida, sentí una alegría inmensa, pero luego la responsabilidad me aterrizó. Romina tiene un lugar muy especial en mi corazón porque me desafió de muchas maneras, no solo como actriz, sino también como persona. El cariño de la gente y la gran acogida internacional del proyecto me llenaron de gratitud, y todavía recibo muchos mensajes sobre la serie, lo cual me hace sentir muy afortunada de haber sido parte de ella.

¿Qué reto actoral te hizo vivir Romina Poderosa al saber que no solo ibas a interpretar un personaje, sino dos protagonistas?

Interpretar a Romina y a Laura, su hermana gemela, fue un reto increíble. No solo tenía que construir dos personajes distintos, sino que también debía representar a Romina interpretando a Laura. Fue un desafío logístico, pero también creativo, porque me obligó a pensar en cómo manejar las diferencias y similitudes entre ambos personajes. A nivel físico y energético, fue agotador, ya que grabar una novela es un proceso largo, pero al final, todo ese trabajo y esfuerzo valió la pena porque me permitió crecer como actriz de una manera que nunca imaginé.

¿Qué sientes al pisar un set?

Pisar un set es una sensación única. Es como un respiro, un descanso de la realidad. A veces me acuerdo de cómo me sentía cuando entraba por primera vez a un set, todo era nuevo, emocionante y lleno de adrenalina. Hoy, aunque ya tengo más experiencia, trato de mantener esa sensación de sorpresa y gratitud. Ya no entro con miedo, como al principio, sino con la disposición de disfrutar el proceso y aprender de cada momento. Ver cómo se arma todo, cómo se ilumina el set, es como un sueño hecho realidad, y siempre trato de no perder de vista lo afortunada que soy de estar allí.

¿Qué prefieres: teatro, TV o cine?

Cada uno tiene su magia. El teatro me encanta porque te da una adrenalina única, ese contacto directo con el público y la responsabilidad de hacer todo en vivo. Es una experiencia difícil de igualar. Aunque nunca he trabajado en cine, siempre he sentido que es algo que quiero experimentar. En las series actuales, siento que la narrativa se está acercando mucho a la del cine, pero el cine sigue siendo un sueño pendiente. Es algo que me gustaría explorar profundamente, por eso le tengo muchas ganas a un proyecto cinematográfico.

¿Cómo fue para ti ser hija de Betty la fea?

Ser la hija de Betty fue una experiencia icónica, algo que jamás imaginé. Estar dentro de ese universo que veía en la televisión, pero ahora siendo parte de él, fue increíble. Al principio, hubo mucha presión, ya que había expectativas muy altas sobre lo que debía representar mi personaje. Pero con el tiempo, aprendí que lo importante no era la expectativa externa, sino disfrutar del proceso. El personaje de la hija de Betty me enseñó a conectar con la idea de disfrutar el camino y no solo enfocarme en los resultados. Fue un proceso lleno de aprendizajes

Futuro profesional

¿Cómo ves tu futuro profesional?

Soy alguien que se deja sorprender por la vida. No tengo un camino fijo, pero eso me emociona, porque las mejores cosas que me han pasado en mi carrera han sido inesperadas. Me gustaría hacer cine, definitivamente, y llevar mi carrera a nivel internacional, en países como España y Argentina. Siento que hay muchas oportunidades por descubrir y estoy abierta a lo que venga.

¿Qué proyectos nuevos hay para Juanita Molina en 2025?

Aún no puedo adelantar muchos detalles por confidencialidad, pero hay proyectos muy emocionantes en los que estoy trabajando. Estoy muy orgullosa de los personajes que estoy a punto de interpretar, y me siento expectante por todo lo que está por venir. ¡En su debido momento les contaré más!

 

Con una carrera en ascenso y una pasión inquebrantable por la actuación, Juanita Molina continúa consolidándose como una de las artistas más versátiles de su generación. Hoy, su trayectoria la ha llevado a enfrentar nuevos desafíos, explorar distintos géneros y soñar con un futuro en el cine y la escena internacional. Con proyectos en camino y un amor innegable por su profesión, Juanita demuestra que su historia en la industria apenas comienza.

¿Qué sorpresas traerá el 2025 para esta talentosa actriz? Sin duda, estaremos atentos a cada paso de su brillante camino.

 

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