Nuevos Talentos

El restaurante Gato Gris lanza su nuevo menú, con cosechas de Palmitos

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El establecimiento creo una alianza con un grupo de campesinos productores, que hace aproximadamente 3 años dejaron de sembrar plantas de coca.

El restaurante “El Gato Gris”, fue inaugurado como un lugar para la bohemia en Bogotá hace maso menos 25 años, por un administrador de empresas cundinamarqués llamado Arturo Morales Muñoz. Para este mes se tiene planeado lanzar una nueva carta, que son platos elaborados con palmitos provenientes de la siembra de campesinos, que dejaron los cultivos ilícitos en los departamentos de Putumayo, Cauca, Valle del Cauca y Nariño. En este momento el Gato Gris se encuentra ubicado en la Candelaria, más exactamente en el chorro de Quevedo.

Aproximadamente hace 3 años, un grupo de campesinos tomo la decisión de dejar la siembra de plantas de coca para iniciar una nueva vida. El Gato Gris apoya a cerca de 180 familias productoras de palmitos, entre ellas varias mujeres cabeza de hogar y víctimas de la violencia. Como proyecto para el 2021, el restaurante bogotano decide incluir en su menú «Palmitos con tahine», se trata de una entrada con textura fibrosa y sabores frescos, que van muy bien con una dieta vegana, pero que a su vez, es una opción para cualquier tipo de comensal. Este plato, además está acompañado  por crocantes de nueces y también tiene el sabor imponente de las aceitunas.[/vc_column_text][vc_single_image image=»33897″ img_size=»full» alignment=»center»][vc_column_text]La nueva carta que promete traer historias de resiliencia, también espera poder recuperar lo perdido en el 2020 para ayudar a reactivar la económica, comprometiéndose con las personas que más lo necesitan, en especial después de haber pasado por un momento tan difícil como el que se vivió por la pandemia de la covid-19.

También se tomara la iniciativa  de Cielo Abierto en Bogotá, se espera poder continuar con el apoyo a la cultura, por medio de los shows musicales que se presentan en el restaurante y los del Chorro de Quevedo que se han convertido en un atractivo turístico, tanto para locales como extranjeros.

 

Por Janeth Ibañez[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]